Por Jonathan Heguier Para el Destape
El Presidente vive una crisis política total y tuvo el 10 de julio su peor día al frente del Gobierno. Encontró un chivo expiatorio con Villarruel para salvar a su hermana y sus armadores, los principales derrotados de la votación en el Senado. Santiago Caputo se beneficia en la interna. ¿Cómo sale el mandatario de esta encerrona?
Ya no le queda casi nadie sin pelearse o agraviar dentro del sistema institucional. Apenas un puñado de sus diputados y algún que otro senador violeta. No hay nadie más. Javier Milei está solo y el 10 de julio quedó marcado ese novedoso modo de hacer política del Presidente en nuestro país. Luego de 19 meses de insultos y promesas incumplidas, los gobernadores se despertaron todos juntos de una larga siesta y reaccionaron: le metieron cinco leyes con votos de sobra y hasta le rechazaron un veto. El mandatario vivió el peor día de su gestión y vuelven a crecer las dudas sobre su futuro.
Milei llegó tarde a ver una película que tenía el final cantado en el Senado hace por lo menos tres semanas cuando los gobernadores salieron con un duro comunicado tras una reunión con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Quienes lograron hablar con el Presidente durante la jornada del jueves lo notaron tranquilo e incluso animado y desafiante. “Les vamos a romper el culo a toda la casta”, se envalentonaba un funcionario en Casa Rosada mientras los senadores empezaban a dar quórum en sus sillas.
Milei armó desde el fin de semana pasado un plan rápido. Mandó a filtrar que iba a judicializar las leyes si se aprobaban. Y un día antes de la fatídica votación se armó la “operación Fantino”. El Presidente empezaba a vislumbrar que sus vetos podrían no sostenerse en ambas cámaras.
Si bien hay dudas, hoy la principal opción del Gobierno, según le confirmaron fuentes a El Destape, es vetar en principio las leyes de aumento a jubilados, moratoria y discapacidad. De esa manera, el Presidente validará la sesión en el Senado que tanto cuestionó. Es que al vetar ya da por válida la sesión. “Igual ya estamos fritos con lo que pasó con Villarruel, no hay manera de lograr la invalidez”, ratificó resignado un parlamentario libertario a este portal.
El Gobierno ya arrancó el poroteo de los vetos en Diputados, que es donde más chances tiene para lograrlo. “Hoy nos están faltando cuatro votos. No es ni fácil ni imposible”, expresó un operador de LLA a El Destape.
En Casa Rosada los puentes con los gobernadores siguen abiertos, incluso después de la fatal votación en el Senado. “Hablamos ininterrumpidamente”, dice una fuente de Balcarce 50. Otro del Congreso aseveró: “Jamás se cortan esos puentes”. Pero saben que la pelea va a ser dura. “Tenemos que sostener el veto: es eso o pagar”, advirtieron en el Gobierno.
Alrededor de Milei juegan a dos bandas: negociaciones finales con gobernadores y diputados para lograr el veto y por otro lado preparan la estrategia judicial. En ese terreno saben que también será difícil llegar a buen puerto. “La ley (aumento de jubilaciones) es inaplicable porque no tenemos financiamiento del Tesoro para hacerlo. Piden que le saquemos a la SIDE y a un impuesto a directores de empresas y no hay chance de que se lo financie así. El jefe de Gabinete no lo va a poder firmar si rechazan el veto y vamos a ir a la Justicia con esto. No tenemos la plata para financiarlo”, reveló una fuente al tanto de los movimientos del Presidente sobre el argumento que usará el Poder Ejecutivo.
Con el hecho consumado el jueves, Milei eligió a su chivo expiatorio: la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Le fue mucho más fácil culparla a ella que a quienes están siendo señalados por un sector de la Casa Rosada como los verdaderos culpables del descontrol de los gobernadores: su hermana Karina Milei y sus armadores políticos.
Hay una parte del Gobierno que cree que este destino era inevitable luego de algunos movimientos de los estrategas libertarios karinistas en los territorios de los gobernadores debido a las elecciones que se vienen en cada provincia.
Desde el lado de Karina niegan que sean responsables de esta catástrofe en el Senado: “En las provincias hicimos estructura sin perjudicar a ningún gobernador. ¿En qué legislatura jodimos?”, respondió a El Destape una persona del sector de la hermanísima.
Quien acecha en esta interna es Santiago Caputo, que fue corrido de las discusiones electorales en las últimas semanas y ya no forma parte de la mesa chica política que integran Karina, Eduardo “Lule” Menem, Martín Menem y Francos.
Esta derrota en el Senado puede beneficiarlo al asesor. Se dio un hecho llamativo en el Senado este jueves. Carlos “Camau” Espínola, de aceitada relación con Caputo, votó contra el Gobierno llamativamente. La semana pasada, el senador correntino cerró un acuerdo con el gobernador Gustavo Valdés y apoyará a su hermano en la elección a gobernador de esa provincia que se viene en agosto. Fue luego de que Karina y los Menem decidieran no ir en alianza junto al mandatario radical y poner a un candidato propio violeta puro como Lisandro Almirón.
En Rosada ya hay versiones de que ante este escenario adverso se volvió a pedir el auxilio de Caputo para volver a retomar el vínculo con los gobernadores. Como en los viejos tiempos: junto a Francos, mano a mano, volver a prometer obras incumplibles a los gobernadores y tener sus avales en el parlamento. Se vienen días frenéticos para el futuro de Milei.
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