
En menos de 48 horas, una denuncia anónima detonó una investigación que ya llevó al desplazamiento de 24 jefes policiales, entre ellos dos comisarios mayores, por supuesto trabajo político desde dentro de la Policía bonaerense al servicio del candidato Maximiliano Bondarenko, excomisario y postulante a diputado provincial por La Libertad Avanza en la Tercera Sección Electoral.
El origen: una denuncia anónima
Tras confirmarse la candidatura de Bondarenko, la dirección de Asuntos Internos recibió una denuncia que advertía sobre una coordinación clandestina dentro de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas. El objetivo: diseñar estrategias de campaña, generar informes y planificar una eventual toma de poder dentro de la conducción de la fuerza.
Los allanamientos confirmaron que desde computadoras oficiales se elaboraban materiales partidarios, firmados por Bondarenko y con membrete de LLA. También se detectó un grupo de WhatsApp llamado “Equipo Rocket”, donde se compartían mensajes y órdenes con menciones directas a Patricia Bullrich.
El despliegue de una red interna
Se encontraron pedidos de informes municipales —como la cantidad de móviles policiales o de cámaras de seguridad— realizados desde la propia comisaría y dirigidos a intendencias donde Bondarenko había sido concejal. Además, los chats revelan una estructura de mandos paralela, con consignas asignadas a distintos policías para avanzar con tareas políticas.
En el grupo de mensajes, algunos textos hablaban directamente de “la cucarda del Ministerio de Seguridad”, mostrando ambiciones claras de control institucional. Otros hablaban de “reuniones con la mesa chica de Bullrich” y de planes de reforma policial si La Libertad Avanza ganaba en 2027.
Reacciones y advertencias
El ministro Javier Alonso desplazó de inmediato a los 24 efectivos, dejándolos en disponibilidad. El propio Axel Kicillof respaldó la decisión y denunció públicamente que se trataba de un caso de enorme gravedad institucional. La exministra Sabina Frederic calificó la situación como un “problema estructural de conducción”.
Por su parte, Patricia Bullrich defendió a Bondarenko y a los efectivos desplazados, negando toda maniobra ilegal y acusando al gobierno provincial de estar en guerra con las fuerzas de seguridad. Bondarenko también se desligó de cualquier complot y habló de una “cacería de brujas”.
¿Un intento de copamiento?
La información hallada sugiere algo más que simple proselitismo. Para el gobierno provincial, se trata de una red con aspiraciones de poder real: desplazar a la actual cúpula policial, instalar figuras leales a su espacio político y manejar recursos estatales desde dentro.
La Policía Ecológica, un cuerpo periférico en lo operativo pero clave en controles ambientales e industriales, habría sido utilizada como plataforma para sostener esa estructura. La causa avanza en la fiscalía platense y promete más revelaciones en los próximos días.