Un temporal sin precedentes azotó el norte bonaerense, dejando miles de evacuados, rutas cortadas y pueblos bajo el agua. Campana y Zárate están entre los distritos más golpeados. El gobierno provincial activó la emergencia, mientras crece la preocupación por tres personas desaparecidas y la posibilidad de nuevas lluvias en las próximas horas.
Un violento temporal azotó gran parte del AMBA y el norte de la provincia de Buenos Aires, dejando un saldo de al menos 4000 personas evacuadas, pueblos anegados, autos varados y rutas completamente cortadas. Las ciudades de Campana y Zárate figuran entre las más afectadas, con barrios enteros bajo el agua y familias que lo perdieron todo. Además, se reportaron tres personas desaparecidas y un número indeterminado de vehículos sumergidos.
Las lluvias superaron los 400 milímetros, desbordando ríos y arroyos en distintas localidades. En Campana, las calles fueron recorridas en kayaks, gomones, canoas y hasta a caballo, ante la imposibilidad de caminar por el agua. Las imágenes aéreas muestran paisajes desoladores con barrios completamente cubiertos por el agua. Las casas se convirtieron en islas aisladas y muchos vecinos debieron evacuar llevando lo que podían en un éxodo repentino. Algunas zonas como Capilla del Señor o San Cayetano quedaron totalmente bajo agua.
Los autos varados en las rutas son otro símbolo del desastre. En varias localidades, centenares de vehículos quedaron completamente sumergidos, pareciendo cascos de barcos hundidos. La situación es comparable a la tragedia de Bahía Blanca, aunque hasta el momento no se reportaron víctimas fatales. Sin embargo, en Rojas se notificaron tres personas desaparecidas, entre ellas un hombre cuyo rastro se perdió en la ruta 41, en la zona de Baradero.
El caos en las rutas fue generalizado. En la Ruta Nacional 9 se registraron cortes totales a la altura del kilómetro 84 y entre los kilómetros 109 y 120. También se interrumpió el tránsito hacia San Nicolás, en el kilómetro 231. En la Ruta Nacional 8 hubo cortes parciales y paso restringido. Vialidad Nacional pidió a los conductores evitar completamente la circulación hasta que mejoren las condiciones.
Las autoridades locales activaron protocolos de emergencia. En Zárate, el intendente decretó la alerta roja y suspendió todas las actividades públicas, habilitando tres centros de evacuación. En Campana, hubo 1200 evacuados y barrios como San Cayetano, Santa Lucía y 21 de Septiembre fueron los más afectados. Tener una casa de dos pisos fue considerado un verdadero privilegio en medio del desastre.
En otras localidades, el panorama también es grave. En Exaltación de la Cruz hubo 25 evacuados. En San Antonio de Areco, el desborde del río obligó a evacuar a 32 personas, incluido el propio intendente Francisco Ratto, quien debió abandonar su casa por un metro de agua acumulada. En apenas 24 horas cayeron allí 400 milímetros de lluvia, lo que marca uno de los peores eventos de su historia reciente.
El intendente de Campana, Sebastián Abella, advirtió que “el arroyo de La Cruz, que normalmente tiene 15 metros de ancho, ahora tiene un kilómetro”. El agua llegó hasta la Panamericana, desbordando por completo.
Frente a esta situación, el gobernador Axel Kicillof encabezó una reunión de emergencia en el Centro Operativo de Puente 12, junto al ministro de Seguridad Javier Alonso y funcionarios nacionales. Kicillof aseguró que el gobierno provincial está desplegado en el territorio para asistir a las familias damnificadas y que mantiene contacto con la ministra Patricia Bullrich para coordinar esfuerzos. Advirtió también sobre la llegada de un frente frío con vientos fuertes que podría agravar el panorama.
Desde Defensa Civil, el director Fabián García instó a la población a no circular bajo ningún motivo por las zonas más afectadas, que incluyen Zárate, Campana, Arrecifes y San Antonio de Areco. García relató un dramático rescate de una familia atrapada en un vehículo en la Ruta 9, y mencionó otros seis operativos en Baradero para asistir a personas que fueron arrastradas por el agua. También se trabajaba en el rescate de efectivos policiales aislados en Exaltación de la Cruz.
García subrayó que, si bien aún estamos lejos de una tragedia como la de Bahía Blanca, la situación exige precauciones extremas. En zonas con alerta naranja o roja, explicó, “la vida cotidiana debe cambiar. Lo programado se suspende. Hay riesgo real para la vida”.
Autor: Pagina12
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