El Gobierno interviene el mercado del dólar con aval del FMI y genera críticas

El Gobierno argentino dio un giro sorpresivo en su política cambiaria al anunciar que el Tesoro Nacional intervendrá directamente en el mercado de cambios, con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI). La medida, comunicada por el secretario de Finanzas Pablo Quirno, busca frenar la abrupta devaluación del peso ante la proximidad de las elecciones, pero genera inquietud por el posible incumplimiento del acuerdo con el organismo multilateral y el uso de reservas.

Intervención inesperada en plena campaña

Ante una fuerte presión sobre el peso y en un contexto electoral, el Gobierno decidió actuar: “A partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”, anunció Quirno a través de su cuenta de X. Esta intervención, hasta ahora informal, ya se venía ejecutando desde el 20 de agosto con ventas silenciosas de divisas, que suman cerca de 300 millones de dólares.

¿Qué significa este giro?

La medida implica, al menos por ahora, una pausa en el esquema de bandas cambiarias que regula la flotación del tipo de cambio, tal como establece el acuerdo con el FMI. Según ese acuerdo, ni el Tesoro ni el Banco Central deberían intervenir hasta que el dólar mayorista alcanzara el techo de la banda, estimado en torno a los 1.470 pesos. Sin embargo, la intervención se activó cuando el dólar mayorista rondaba los 1.370 pesos, aún lejos del límite.

Aval condicional del FMI

Fuentes del área económica confirmaron que el FMI otorgó su visto bueno a la operación “siempre que se utilicen plata del superávit”. No obstante, no se emitió un comunicado oficial por parte del organismo. Esto genera dudas sobre la sostenibilidad de la estrategia, especialmente porque el Banco Central enfrenta reservas netas negativas.

Reacciones del mercado y el sector económico

Tras el anuncio, el peso se apreció ligeramente (menos del 1%), revirtiendo el derrumbe reciente alrededor de los 1.400 pesos. El Tesoro actuó ante la caída histórica del peso mayorista, que llegó a 1.400 pesos por dólar en algunos momentos. La medida sorprendió a los operadores y trajo alivio transitorio.

Sostenibilidad en tela de juicio

Desde distintos sectores económicos, advierten que esta medida refleja un problema estructural: el programa económico, a pesar del nuevo acuerdo por 20.000 millones de dólares con el FMI, “requiere un reseteo”. Además, con reservas escasas y un elevado riesgo país (superando los 800 puntos básicos), el margen de maniobra es cada vez más angosto.

En paralelo, el Banco Central endureció la política monetaria al elevar el encaje bancario hasta el 53,5%, una de las tasas más altas de la región, lo cual restringe el crédito, frena el consumo y debilita el superávit fiscal.

Contexto electoral y político

La intervención ocurre en un momento crítico: el 7 de septiembre se realizan las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires; la posibilidad de un avance del kirchnerismo genera más incertidumbre política. En este marco, el oficialismo intenta consolidar su principal bandera electoral: la baja inflación. Sin embargo, escándalos por sospechas de corrupción erosionan su credibilidad.

Conclusión

La intervención del Tesoro y el aval condicionado del FMI muestran la tensión creciente entre la urgencia política y la necesidad de mantener reglas económicas sostenibles. Si bien la medida logró una ligera contención cambiaria en el corto plazo, también abre interrogantes sobre una posible escalada de tensiones con el FMI, el desgaste de reservas y la capacidad del país para sostener su política económica en el mediano plazo. La próxima prueba será enfrentar las elecciones con un tipo de cambio controlado, reservas adecuadas y credibilidad ante los mercados —un desafío tan político como técnico.

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