Delta bajo fuego: sustos en el aire y una piloto alcoholizada

La aeronave de Delta alcanzó los 114 km/h antes de abortar el despegue. (REUTERS/Mike Segar/File Photo)

Una seguidilla de incidentes involucra a la aerolínea Delta: casi colisión en Ciudad de México, un B-52 en la misma ruta que un avión comercial, y una piloto ebria antes de despegar. Estados Unidos reclama a México por cambios en las rutas aéreas.


Ciudad de México: un choque evitado por segundos

Un avión de Delta Airlines con destino a Atlanta, con 150 personas a bordo, estuvo a punto de colisionar con un jet de Aeroméxico que intentaba aterrizar en la misma pista del Aeropuerto Benito Juárez. Ambos vuelos, autorizados por la torre de control, se encontraron de frente: uno despegando y el otro descendiendo.

Los pilotos de Delta abortaron el despegue al detectar el avión sobrevolando justo encima. La maniobra, realizada a más de 60 millas por hora, evitó lo que habría sido una tragedia. Los aviones quedaron a solo 200 pies de distancia.

Un experto en aviación consultado lo resumió así: “algo aparece justo encima de mi cabeza; es increíblemente confuso”. La investigación deberá determinar por qué la torre autorizó ambos movimientos en simultáneo, y por qué Aeroméxico no advirtió la presencia del otro avión en pista.

Otro susto en Dakota del Norte

Días después, un vuelo de Delta que se aproximaba al aeropuerto de Maynott, Dakota del Norte, debió realizar un giro brusco al detectar en su ruta un avión militar B-52.

La sorpresa fue que el avión de combate tenía su transpondedor apagado, por lo que no aparecía en el radar comercial. La torre de control, que en ese aeropuerto es operada por una empresa privada, tampoco alertó a la tripulación civil de la presencia militar.

La Fuerza Aérea reconoció el incidente, pero deslindó responsabilidades en la administración privada de la torre.

Una piloto alcoholizada antes del despegue

La seguidilla de incidentes se agrava con el caso de una mujer piloto de Delta que dio positivo en un control de alcohol antes de despegar desde Suecia rumbo al aeropuerto JFK de Nueva York. El vuelo fue cancelado. La piloto fue liberada horas después, aunque se confirmó que efectivamente no estaba en condiciones de volar.

Delta emitió un comunicado afirmando que la seguridad de sus clientes y empleados “es y será la máxima prioridad”. También elogió a la tripulación del vuelo en México por su rápida respuesta, que probablemente salvó vidas.

Tensión con México por el espacio aéreo

A esto se suma un conflicto bilateral: Estados Unidos acusó a México de no respetar el acuerdo de transporte aéreo firmado en 2015. El problema gira en torno al rediseño de rutas tras la apertura del aeropuerto Felipe Ángeles, ubicado en las afueras de la Ciudad de México.

Los cambios de rutas han generado problemas operativos y de coordinación, especialmente con aerolíneas estadounidenses. El incidente en el Benito Juárez, aunque bajo investigación, alimenta esta disputa.

Las autoridades mexicanas, por su parte, afirman que los rediseños responden a la necesidad de descongestionar el aeropuerto central y diversificar el flujo aéreo en el Valle de México.

La reputación de Delta Airlines queda seriamente tocada tras una serie de incidentes que, por fortuna, no terminaron en tragedia. Sin embargo, lo que antes eran percances aislados ahora parecen un patrón preocupante. En un contexto de tensiones diplomáticas y fallas en el control aéreo, la pregunta ya no es si puede ocurrir una catástrofe, sino qué se está haciendo para evitarla.

Website |  + posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *