
La inteligencia artificial comienza a descifrar los lenguajes animales: de los silbidos de delfines al saludo de las sepias, los avances impulsan la posibilidad de una comunicación genuina entre especies.
Un premio de 100.000 dólares, el Premio Dolittle, reconoció los primeros avances significativos en la traducción del lenguaje animal mediante inteligencia artificial. El proyecto ganador se centró en los delfines nariz de botella, que utilizan silbidos compartidos con posibles significados específicos, desde advertencias hasta simples expresiones emocionales. La competencia, que forma parte del Desafío Coller Dolittle —una iniciativa global que busca lograr comunicación bidireccional entre humanos y animales en un plazo de cinco años— también premió investigaciones sobre sepias, ruiseñores y titíes.
Cada equipo finalista trabaja con especies con sistemas comunicativos únicos. Las sepias, a pesar de no tener oídos ni voz, utilizan cambios en el color de su piel y movimientos de brazos para comunicarse, una especie de “lengua de señas submarina”. Un brazo robótico blando fue diseñado para replicar estos gestos y probar si estos animales responden a una “conversación” artificial. La IA se entrenó para detectar patrones de color y movimiento, facilitando el análisis de estos intercambios visuales.
Los ruiseñores, por su parte, poseen repertorios de hasta 200 cantos distintos. Mediante IA, los científicos pueden clasificar sus sílabas vocales y descubrir patrones estructurales imposibles de identificar manualmente. Estos pájaros incluso responden a silbidos artificiales humanos armonizando tono y ritmo, en lo que se considera una forma primitiva de diálogo musical.
En cuanto a los titíes, pequeños monos que emiten chillidos agudos, los investigadores creen que podrían tener una forma rudimentaria de nombres individuales y estructuras similares a una gramática básica. Se está desarrollando un modelo lingüístico inspirado en los algoritmos de predicción de texto, con el fin de anticipar qué sonidos vendrán a continuación en sus intercambios vocales.
La comunicación con delfines ha sido durante décadas objeto de fascinación. Estos animales no solo usan “nombres” para llamarse entre sí, sino que también aplican un lenguaje más simple con sus crías. Gracias a décadas de grabaciones etiquetadas en Florida, ahora la IA permite clasificar sus silbidos y hasta rastrear a los individuos en tiempo real, vinculando sonidos con ubicación y compañía. Un episodio llamativo ocurrió cuando dos delfines, al escuchar el silbido de uno de ellos mientras aún estaban juntos, emitieron un sonido nuevo y desconcertante, que los científicos bautizaron como el “silbido WTF”.
En todos los casos, el uso de IA ha permitido a los investigadores superar barreras técnicas, procesar grandes volúmenes de datos sonoros y visuales, y encontrar regularidades ocultas en los sistemas de comunicación animal. Aunque todavía no se ha logrado una “conversación profunda” en términos humanos, los científicos creen que los intercambios significativos en el lenguaje propio de cada especie podrían ser realidad en pocos años. La posibilidad de entender expresiones como “estoy aquí”, “me siento bien” o “no” parece cada vez más cercana.
YA no es algo de cienciea ficcion ni de un futuro lejano, los estudios impulsados por IA están redefiniendo la relación entre humanos y otras especies, rompiendo el mito de que los animales no poseen lenguaje. Si bien aún estamos lejos de una charla fluida con un pulpo o un mono, el diálogo, aunque primitivo y limitado, ha comenzado.
Autora: Christa Lesté-Lasserre
Publicado en: SCIENCE
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