Jornada electoral tensa en la Ciudad: baja participación, internas al rojo vivo y expectativa por los primeros resultados. Con una participación que apenas superó el 55%, cerraron las urnas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La interna entre Milei y Macri y la incertidumbre por los resultados marcan una elección clave para el futuro político de CABA.
Por Redacción La Redada
Con una participación que apenas superó el 55%, cerraron las urnas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y comienza ahora el escrutinio provisorio que definirá la nueva conformación de la Legislatura porteña. Aunque la jornada transcurrió con normalidad en los centros de votación, el clima político estuvo lejos de ser calmo: las internas en la oposición y las acusaciones cruzadas dominaron la conversación pública incluso más que las propuestas de campaña.
La Ciudad, bastión histórico del PRO desde 2007, fue escenario de una disputa a tres bandas entre los libertarios, el peronismo y el macrismo. Manuel Adorni (La Libertad Avanza), Leandro Santoro (Unión por la Ciudad) y Silvia Lospennato (PRO) encabezaron las listas más competitivas según las encuestas previas, pero el resultado final dependerá del desempeño de actores secundarios como Horacio Rodríguez Larreta, que buscó mantenerse vigente con un nuevo armado político tras su frustrada candidatura presidencial en 2023.
El uso de la Boleta Única Electrónica, que funcionó sin mayores inconvenientes técnicos, introdujo un cambio importante: el viejo método de los fiscales que contaban boletas desapareció, y con él, la posibilidad de hacer especulaciones tempranas. La incertidumbre se mantuvo hasta el cierre de las mesas y el Instituto de Gestión Electoral (IGE) prevé difundir los primeros números entre las 19:30 y las 20, aunque los porcentajes recién se harán públicos cuando se haya computado al menos un tercio de las mesas.
Una grieta dentro de la grieta
Uno de los datos políticos más salientes de la jornada fue el enfrentamiento verbal entre el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri. La difusión de un video falso sobre la votación desató una pelea que puso al descubierto las tensiones latentes entre ambos líderes, pese a los intentos pasados por mostrarse aliados frente al peronismo. “Está hecho un llorón”, lanzó Milei contra Macri, elevando el nivel del conflicto justo cuando muchos analistas esperaban un acercamiento táctico de cara a las elecciones bonaerenses de octubre. Hoy, ese escenario luce lejano.
Las acusaciones de “juego sucio” entre aliados reconfiguran el tablero político y siembran dudas sobre una eventual recomposición de la coalición opositora. El resultado de estas legislativas podría actuar como catalizador para definir alianzas futuras… o fracturas permanentes.
La apuesta de Jorge Macri, bajo la lupa
Otro actor en observación es el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien decidió desdoblar las elecciones locales con el objetivo declarado de “municipalizar la discusión”. Pero detrás de esa jugada hay una lectura política más cruda: evitar el arrastre negativo de Milei o de la interna PRO a nivel nacional. Si la lista encabezada por Lospennato no logra imponerse, el movimiento será interpretado como un traspié para la gestión macrista en la Ciudad.
En definitiva, más allá de los porcentajes y los nombres propios, esta elección pone en juego algo más profundo: el rumbo político de un distrito clave y la forma en que los distintos sectores de la oposición gestionan sus diferencias. La contienda ya no es sólo entre oficialismo y oposición, sino también entre las distintas oposiciones que compiten entre sí por el liderazgo del futuro.
Los resultados dirán si hoy fue una elección más… o el comienzo de una nueva etapa.
